Los desafíos de lo virtual: presente y futuro

Se plantea que el conocimiento se produce cuando hay una interacción entre la triada docente, alumno y contenido, ahora bien, en estos tiempos ¿cómo se mantiene esa interacción en un espacio virtual?

Se considera fundamental potenciar la figura de docente facilitador, guía, puente, el cual pueda generar espacios en un entorno virtual, en donde hay una gran infinidad de opciones que brindan oportunidades para crear una clase.

Se sabe que el gran desafío de hoy en día no es sólo el traspaso de las aulas a lo virtual, en donde se requiere tener en claro una secuencia, un proceder digital, sino que al mismo tiempo se plantea el desafío de utilizar (o aprender a utilizar) medios digitales, que van desde diferentes dispositivos a un gran abanico de herramientas TIC, y que de antemano se debe analizar y ver cómo utilizar las diferentes posibilidades para transmitir esa información pertinente para que los alumnos puedan construir su saber, es decir que como docente “debemos preguntarnos, no solamente cómo hago para enseñar, sino conjugarlo con la pregunta cómo hacen mis alumnos para aprender” (HARF, 2020).

 

Por último está el desafío latente de evaluar, más allá que se sabe que es un proceso continuo y en donde se debe registrar la secuencia de cómo se procedió para llegar a ese conocimiento, y en ese camino surgen la posibilidad de evaluar muchas aptitudes digitales, se debe poner de manifiesto lo que se aprendió, lo que el alumno incorporó, y cómo lo mencionó Miguel Zapata Ros en su ponencia en el Foro Iberoamericano de Tlaxcala, Mx se puede considerar dos posturas como las mencionadas a continuación:

 

  • la evaluación formativa, a través de proyectos, estudios y en general elaboraciones con ayuda de mentorización y de supervisión en pequeño grupo o individual, o bien de,
  • una metodología de mastery learning (una forma de docencia y de evaluación asociada basada en el dominio del aprendizaje).(2020)

 

Se sabe que el camino no es sencillo, que se requiere mucho acompañamiento de diferentes sectores, en donde se le brinde al docente herramientas o medios eficaces, sin que se siente avasallado por situaciones que a futuro no tendrán mayor importancia; en cambio si el conocimiento que podemos generar en nuestros alumnos, aun cuando muchos no estén del todo convencidos de este traspaso a lo virtual, a ese estado líquido que ya nos había hablado Zygmunt Bauman[1].

[1] fallecido a los 91 años de edad, se había convertido durante las últimas décadas en algo parecido a una estrella pop de la sociología, autor del libro Modernidad líquida

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