¿A dónde recurrimos en las instituciones para informarnos diariamente de las novedades escolares?
Introducción Se sabe que desde que las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) comenzaron a introducirse en las escuelas, generó “revoluciones” entre el colectivo docente; es decir hubo cambios acelerados y en algunos casos bruscos para muchos de los que trabajamos en estos ámbitos. Aunque nos resistimos por mucho tiempo, y aún ahora, que allí están las TIC, con la idea de facilitar y acelerar nuestras tareas, proporcionando nuevas experiencias. Dentro de esos cambios, están los canales que nos permiten comunicarnos e informarnos sobre lo que acontece en nuestro entorno educativo, por ello es necesario preguntarnos ¿Qué lugar ocupan los canales tradicionales de comunicación? ¿Cómo se transmite la información relevante entre el equipo directivo y los docentes? Canales de comunicación Formales e Informales Los interrogantes nos llevan a observar y reflexionar acerca de los canales de información formales e informales dentro de una institución educativa, considerándose como canal formal lo instituido mediante el Acuerdo Escolar de Convivencia (AEC) que son las “estrategias de uso cotidiano y dinámico” (C.G.E., 2009) elaborado por cada institución escolar para luego ser revisado y aprobado por diferentes organismos perteneciente al Consejo General de Educación (C.G.E.), mencionado en el artículo 7 de la resolución nº 1692/09 de la provincia de Entre Ríos, y contemplado en el artículo 123 del capítulo 5, inciso i, de nuestra Ley Nacional de Educación. Dentro de estas vías de comunicación nos encontramos con el libro de notificaciones que por lo general lo hallamos en la sala de profesores, al que nos referimos chistosamente como “el libro gordo de petete”[1], siendo éste el único medio formal que se sostiene hasta hoy en día. Pero el correr del tiempo y el avance de las TIC, generaron la necesidad de comunicar e informar en forma instantánea las diferentes novedades educativas, creando e incorporando nuevos medios de comunicación. Es allí donde entran en juego los medios no formales, que todavía en muchos establecimientos no fueron incorporados formalmente, entre ellos podemos hacer referencia a herramientas como el correo electrónico o algún servicio de red social, como lo es por ejemplo Facebook[2]. Siendo éstos utilizados para que la información llegue lo antes posible a cada integrante de la comunidad educativa. Ahora la cuestión es ¿A todo lo enviado por canales no formales le damos la misma importancia y acatamos lo notificado de la misma manera que si estuviera en el libro de actas de la sala docente? Canales tradicionales & Canales modernos de comunicación Estamos frente a una oferta y demanda, al “tire y afloje” en la que el rol de los diferentes actores ha cambiado y continuará cambiando; así que se requerirá tener una mente más abierta que permita innovar los escenarios educativos. Utilizando diferentes técnicas o estrategias, y esto nos lleva a un cambio de paradigma en el que debemos generar nuestras propias reglas, gestionando nuestros propios recursos. Eso sí, debemos tener la precaución y el asesoramiento adecuado para que el impulso de enviar información por medios no tradicionales no genere malos entendidos. Y para revertirlo la única manera es incorporarlo a los canales tradicionales utilizando las normativas vigentes, aun cuando estas no sean del todo claras. Debemos recordar que “estamos inmersos en la sociedad de la información, y podemos deducir que las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) son motores que permitieron cambios de hábitos en relación con el consumo cultural y valorativo de conocimiento, de sentimientos, de escenarios” (LENNER DE LÓPEZ, 2014); entonces aprovechemos esta características y utilicémosla a nuestro favor dentro de las normativas vigentes, y en el caso de no estar, requerir que se las incluya, ya que son muchos los documentos que nos indican que debemos incluir las TIC. Pero muchas veces quedan huecos sin cubrir, normativas no del todo claras, y es necesario exigir llenar esos vacíos para permitir una mejor gestión y organización educativa, sin que ésta quede desprotegida frente a diversas circunstancias a las que pueda enfrentarse, y para ello requiere de resoluciones y normativas claras y precisas que se adelanten a los posibles escenarios sociales. Para concluir podemos indicar con certeza, que se transmite la información relevante entre el equipo directivo y los docentes, por diversos medios de comunicación, institucionalizándose el recurso más utilizado por la mayor parte de los miembros. La cuestión es, como mencionábamos al comienzo, transformar los medios de comunicación no formales en formales, incluyéndolos en los Acuerdos Escolares de Convivencia, que son hasta el momento el único documento que permite ser considerado como marco legal institucional[3]. Y no dejar nada por descubierto, aun cuando esto último parezca una utopía-, y por otro lado recordar que como docentes tenemos derechos, pero también deberes. Entre ellos el ser responsables de informarnos en tiempo y forma, como también exigir que se nos brinde la información en un tiempo acorde a nuestra tarea, y que no se trasmitan noticias de ayer con fecha de hoy. El ámbito educativo es un sistema complejo, pero considero que una de las claves para un buen funcionamiento es la organización y gestión de diferentes medios de comunicación que nos permitan transmitir las noticias en forma instantánea, móvil y social, y para que esto ocurra deben incorporarse las TIC.
Me encantó leer el artículo. Ojalá muchos colegas lo puedan tener en cuenta.
Muchas gracias por tu comentario. Saludos